En un esfuerzo por mejorar la calidad del agua potable, el gobierno español ha introducido el Real Decreto 03/2023, que establece nuevos requisitos sobre turbidez y pH. Estas normativas, que entrarán el pasado 10 de enero de 2023, buscan asegurar que el agua suministrada a los hogares cumpla con los estándares más estrictos de pureza y seguridad.
El RD 03/2023 establece que la turbidez del agua no debe superar los 0.5 unidades nefelométricas de turbidez (NTU) en ningún punto de la red de distribución. La turbidez, una medida de la claridad del agua, es crucial porque altas concentraciones de partículas pueden albergar microorganismos nocivos. Este valor es más estricto en comparación con la normativa anterior, que permitía hasta 1 NTU.
En cuanto al pH, el decreto establece que debe mantenerse entre 6.5 y 9.5. Este rango garantiza que el agua no sea ni demasiado ácida ni demasiado alcalina, condiciones que podrían afectar tanto a la salud de los consumidores como a las infraestructuras de suministro.
Para garantizar el cumplimiento de estos requisitos, el RD 03/2023 especifica una serie de controles y procedimientos. Los operadores de redes de suministro de agua deberán realizar análisis diarios de turbidez y pH en varios puntos estratégicos de la red. Estos análisis deberán ser llevados a cabo por laboratorios acreditados y los resultados deberán ser reportados mensualmente a las autoridades sanitarias.
Adicionalmente, se requiere que cada entidad responsable de la distribución del agua implemente sistemas de monitoreo continuo, con sensores que envíen alertas en tiempo real ante cualquier desviación de los parámetros establecidos. Las autoridades también realizarán inspecciones periódicas y aleatorias para verificar el cumplimiento de las normativas.
El Ministerio de Sanidad ha subrayado la importancia de estas medidas, afirmando que representan un paso significativo hacia la mejora de la calidad del agua y la protección de la salud pública. Con la implementación del RD 03/2023, España se alinea con los estándares más avanzados a nivel europeo, garantizando un suministro de agua potable más seguro para todos los ciudadanos.